Juana la Marta  #servostequedabien

Pañuelos clásicos e icónicos

El cuadrado perfecto.

La Historia cuenta que en la entrada de la Academia de Platón estaba grabada en piedra la siguiente frase: “No entre nadie que no sepa geometría”. Nosotras lo repetimos. Que no siga leyendo nadie que no valore la importancia de un cuadrado perfecto. Que abandone quien no entienda que en una figura geométrica de 70 x 70 centímetros puede caber todo un mundo.

París, 1937. Se inaugura la primera línea de autobús entre la plaza de la Bastilla y la de la Madeleine. Para retratarlo, Robert Dumas, por aquel entonces futuro heredero del imperio Hermès, produce un pañuelo de seda al que bautiza con el nombre de Jeu des Omnibus et Dames Blanches.

Se convertiría así en uno de los accesorios más memorables no solo de la casa francesa, sino de la Historia de la moda, resistiendo como pocos el paso de los años y de las tendencias.

El pañuelo es un objeto perfectamente confeccionado, autónomo y autosuficiente. Se anuda en el cuello o en la cintura, se puede atar en el bolso o en el tobillo. Su verdadera esencia, se mantiene intacta desde hace más de 80 años. “Es la prenda de vestir con la forma más sencilla posible y, sin duda, la más antigua. Una pieza de seda cortada en forma cuadrangular sin una función definida. Es uno de esos accesorios innecesarios que se convierten más en un clásico que en un objeto de moda, refutando el hecho de que las formas cambian de una década a otra es mucho más que una prenda de vestir. Es el reflejo de nuestra propia personalidad.

El pañuelo no hay que pensarlo para nada especial, no cumple una función fundamental, no protege de la lluvia ni abriga. Es un objeto con el que se establece una relación emocional cercana. Eso es fácil de escribir pero complicado de lograr. De hecho, se logra casi sin querer hacerlo. La seda no pierde color con el tiempo, por tanto los colores de los pañuelos de Juana la marta siempre brillan. El único requisito: ceñirse a la geometría.

En este lienzo en blanco podemos contar historias y volcar nuestra imaginación. En esta libertad creativa total está el secreto del pañuelo. Este territorio de libertad es un mundo lleno de tensiones externas e internas. También es un espacio lleno de humor y de color. Esa es su revolución.

En Hermès afirman que el carrè (como ellos llaman al pañuelo de 70 x 70) es una especie de navaja suiza de seda. Se puede usar como chal, bustier, turbante, pareo, en cojines, como top, cinturón o para sujetar un brazo en cabestrillo, como hizo Grace Kelly cuando era Princesa de Mónaco… Un cuadrado puede ser transformado con facilidad y este pañuelo puede tener muchas vidas. Un pañuelo son 65 gramos de fantasía.